domingo, 6 de mayo de 2018

Las octavas

El sonido es una onda que se propaga por el aire a una velocidad de 340 m/s, unos 1200km/h. Como toda onda, podemos describirla, haciendo referencia a su frecuencia, es decir, el número de veces que vibra por segundo, y se utiliza el hercio o hertzio (Hz) como unidad de medida.

Nuestro oído, el órgano encargado de recibir los estímulos sonoros, es capaz de percibir el sonido en un espectro de frecuencias comprendidas entre los 16 y los 20.000 Hz.

Cuando el cerebro interpreta el sonido, percibe tonos agudos cuando las frecuencias son altas y tonos graves cuando son frecuencias bajas. Los músicos raramente hablan de frecuencias y se refieren a los sonidos como notas musicales. El Do del centro de un piano, por ejemplo, se afina a 261,6 Hz y el siguiente Do más agudo, una octava más alta, se afina al doble de dicha frecuencia, es decir, a 523,2 Hz.

La nota que afina la orquesta es el La central a 440 Hz, emitida por el oboe, al ser el instrumento que menos armónicos produce en su sonido, siendo por tanto una referencia bastante fiable






En el siguiente vídeo se muestra la relación 2:1 de frecuencias entre las octavas:

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